Remesas, ¿una ruta de inversión para los cubanos?

Por Emilio Morales

En el escenario actual que vive la economía cubana las remesas constituyen una de las fuentes de ingreso más importantes que tiene el país. A pesar de que no son ingresos obtenidos por la labor de la fuerza empresarial cubana, sino del esfuerzo y el sacrificio de cientos de miles de cubanos que viven en el exterior, hoy constituye el activo de mayor peso en la economía del país. Los 6.6 billones de dólares que recibió la isla por concepto de remesas en efectivo y mercancías en el año 2018 implican cero costos para las empresas cubanas; todos los costos de envío de dinero y mercancía son asumidos por las personas que las envían. Ningún otro rubro de la economía cubana es tan rentable como las remesas[i].  La reducción del soporte financiero venezolano, el declive de las exportaciones de productos y servicios, así como el declive del turismo[ii], colocan a las remesas como el pulmón financiero que mantiene con vida a la moribunda economía cubana.

Si comparamos en los últimos 11 años el valor de las remesas que llegan a Cuba con siete de los rubros exportables más importantes del país (turismo, productos de minería, azúcar y sus derivados, medicamentos, productos del mar congelados, tabaco y productos agropecuarios), los resultados muestran que las remesas en efectivo exceden el valor de las mencionadas exportaciones.

Estos resultados muestran claramente la alta dependencia que actualmente tiene la economía cubana de su diáspora, y al mismo tiempo el pobre desempeño de la economía cubana en su propia infraestructura productiva. El crecimiento conjunto de las exportaciones cubanas en los siete rubros de exportación mencionados en los últimos 11 años fue de solo 310 millones de dólares, mientras que las remesas en efectivo crecieron 2,244 millones de dólares y el de las remesas totales (efectivo + mercancías) fue de 4,619 millones en el mismo período, lo que significó un crecimiento 14.9 veces superior al de las exportaciones. Ver Figura 1.

Figure 1. Comparison of remittances in cash and total remittances with the 7 main export sectors of the Cuban economy (in millions of dollars), 2008-2017

Source: Havana Consulting Group based on the data published by the National Office of Statistics and Information ONEI and on own sources.

En el período 2008-2018 las remesas en efectivo a Cuba han tenido un crecimiento constante. De 1,447.06 millones de dólares en el 2008, las remesas pasaron a 3,691.68 millones de dólares en el 2018, para un crecimiento promedio anual de 236.47 millones de dólares. Ver Figura 2.

Figura 2. Remesas a Cuba en efectivo (en millones de dólares), 2008-2018

Source: Havana Consulting Group

Ningún rubro de la economía cubana experimentó tan espectacular crecimiento en el período de tiempo analizado. Las remesas a la isla tuvieron como principal motor la masiva emigración cubana de los últimos 15 años, motivado por la falta de oportunidades en la isla y las restricciones del sistema a sus ciudadanos[iii]. El cambio de política implementado por el ex-presidente de los EE.UU Barack Obama al eliminar las restricciones de envíos de remesas y de viajes a los cubanos residentes en los EE.UU; y la pequeña apertura al sector privado implementada por el gobierno cubano a partir del 2010, abrieron una ventana que permitió el establecimiento de miles de negocios en el sector privado[iv].

En los últimos 10 años la población cubana ha recibido 29,948 millones de dólares en remesas en efectivo. El 90% de este dinero provino de los EE.UU. En el 2018 la cifra de remesas en efectivo a Cuba se estimó en 3,691 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 3.6% con respecto al 2017.

Las remesas constituyen la principal fuente de ingresos de la población cubana, actualmente representando el 50.81% de los ingresos de la población. Le siguen a continuación el salario ganado por los trabajadores por cuenta propia, que constituyen el 33.57% de los ingresos de la población, y el salario que paga el estado a los trabajadores, el cual representa el 15.37% de los ingresos totales[v]. Ver Figura 3.

Figure 3. Annual salary of state workers and non-state workers and remittance income, 2017 (in dollars and percentages)

Source: Havana Consulting Group based on data published by the National Office of Statistics and Information and its own sources.

Después de seis décadas de economía centralizada, Cuba depende hoy en día más de la diáspora que de las oportunidades de remuneración que brinda el estado. Bajo la actual concepción del sistema económico cubano, esta situación continuará a menos que se hagan cambios estructurales en la economía que permitan abrir oportunidades de mejor empleo y remuneración a la fuerza laboral.  Esto se traduce en una necesidad urgente de la liberación de las fuerzas productivas. Cuba después de Venezuela tiene el salario promedio más bajo de América Latina, con un valor de 29 dólares al mes, muy por debajo de la media de la región que es de más de 379 dólares mensuales.

Los nudos que entorpecen el rol inversionista de las remesas

Como ya hemos visto en este articulo las remesas en sí mismas tienen un peso importante en la economía del país en el escenario actual, pues constituye la principal fuente de ingresos de los cubanos. Esta realidad no solo muestra el abismo que separa la prosperidad en la que viven los que envían y la miseria en que vive el que la recibe, sino que va más allá de ese simple significado: muestra por un lado la oportunidad para el desarrollo y la generación de riquezas producto del trabajo que encuentran los cubanos cuando emigran, con la contrastante realidad que tienen que enfrentar los cubanos que permanecen en la isla en un sistema que les impide generar riqueza y desarrollarse, y los obliga a tener que vivir una vida miserable, llena de carencias y necesidades que no pueden ser cubiertas con los magros salarios que paga el estado.

Las remesas jugaron un rol fundamental en la apertura que hiciera el gobierno a partir del 2010. Estas financiaron de forma informal pero directa, la reparación y compra de miles de viviendas para ser convertidas en negocios privados (restaurantes, cafeterías, hostales, salones de bellezas, etc.). Las remesas también financiaron la compra y la reparación de miles de autos que se convirtieron en taxis. Y así de manera informal se convirtieron en la principal fuente de financiamiento que ayudó a iniciar miles de pequeños negocios de diferentes tipos. Además, sirvieron para financiar y dotar a muchos negocios de la indumentaria necesaria para operar.

Las reformas emprendidas en el 2010 fueron un buen ensayo para comprender la dimensión del papel que juegan las remesas como capital de inversión. Como hemos demostrado en versiones anteriores de nuestro THCG Business Report, las remesas jugaron un rol esencial en el rápido crecimiento del sector privado en los últimos 9 años. Decenas de miles de emprendedores recibieron de sus familiares y amigos capital de inversión -- utilizando las remesas como vehículo -- para iniciar sus negocios.

La apertura económica puesta en marcha por Raúl Castro permitió la expansión del sector privado a 201 modalidades en un ambiente de leyes más flexibles, como la de permitir la contratación de personal, la ampliación de la capacidad de los restaurantes en número de clientes, la posibilidad de rentar locales del estado, la venta de casas y de autos, la creación de cooperativas, la posibilidad de viajar y el desarrollo de un grupo de actividades que anteriormente no eran permitidas.

Los números muestran que esta apertura permitió a cientos de miles de cubanos comenzar una nueva vida. Al cierre del 2016 se reportaban que unos 535,000 cubanos trabajaban directamente en el sector privado de forma legal por medio de una licencia. En el 2010 había 157,371 de ellos, por lo que en 6 años el número de trabajadores creció 3.4 veces. Ver Figura 4.

Figura 4. Serie histórica de los trabajadores por cuenta propia, 1993-2016.

Fuente: Havana Consulting Group basado en los datos publicadas por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y otras fuentes.

 

En el 2016 las actividades más representadas en actividades privadas fueron: la elaboración y venta de alimentos, con unas 59,700 licencias; el transporte de carga y pasajeros, con 54,350; la renta de viviendas, habitaciones y espacios, con 35,066, y la figura de telecomunicaciones con 24,440 trabajadores privados. Dichos trabajadores como promedio percibieron un salario al menos 10 veces superior al salario promedio que recibían los trabajadores estatales[i].  

La mayoría de estos emprendedores se beneficiaron de la política aperturista implementada por el entonces presidente de los EE.UU Barack Obama, la cual liberó los envíos de remesas y los viajes de los cubanos-americanos a la isla, propiciando de esta manera canales informales pero muy eficientes para el financiamiento de miles de negocios, que al paso de los años se fueron consolidando en el mercado. Hoy muchos de estos negocios se han convertido en exitosas pequeñas y medianas empresas que aún no han sido reconocidas jurídicamente como tal[ii].

En el período 2010-2016 se produjo un verdadero boom en el sector privado cubano. Los emprendedores desarrollaron modelos de negocios muy exitosos y lucrativos. Por el volumen de licencias que estaban activas en ese período y el volumen de negocio que generaban, los negocios más notables eran:  restaurantes privados, popularmente llamados “paladares”, hostales para la renta de habitaciones, salones de belleza, talleres para la reparación de celulares, producción y venta de calzado, transporte y venta mayorista de productos. Este último, es una actividad que se desarrolló llenando el vacío generado por la ausencia de un mercado mayorista para satisfacer las necesidades de insumos de los emprendedores. Esta actividad ha sido “tolerada por el gobierno”, sin embargo, nunca se ha aprobado como tal en el listado de las modalidades permitidas[iii].

En ese escenario, un segmento importante de la población logró independizarse económicamente del estado y crear un tejido empresarial exitoso que reunió a miles de negocios privados. La ayuda económica de los exiliados cubanos, por medio de remesas, fue un factor clave en el desarrollo de este naciente sector privado, el cual ha creado un mercado de bienes y servicios que es estimado entre 2.5 y 3.8 billones de dólares. El poder adquisitivo de este segmento de la población logró crecer 10 veces más como mínimo con respecto a los trabajadores que trabajan en el sector estatal.

Sin embargo, al ala conservadora del PCC no le gustó el boom que estaba teniendo este exitoso movimiento de emprendedores en la isla y rápidamente el gobierno congeló las reformas. El cerco emprendido al sector privado a partir de entonces fue escalando de manera brutal para asfixiar este febril movimiento. Se aumentaron los impuestos, se redujeron las modalidades para ejercer el trabajo privado, se detuvo el proceso de entrega de licencias en las modalidades más lucrativas. Mas recientemente se toparon los precios y se congeló la autorización de las Cooperativas No Agropecuarias (CNA). Estas medidas poco a poco fueron acorralando al sector privado, al punto que muchos de estos emprendedores comenzaron a exportar su capital -- generado por las empresas que habían creado -- al exterior por la falta de oportunidades de invertirlo en su propio país.

Así las cosas, el flujo de remesas que se utilizaba por el sector privado cubano como capital de inversión se detuvo: la falta de oportunidades para invertir y las barreras impuestas al sector privado para evitar su expansión y desarrollo puso un freno definitivo al flujo de capital externo dedicado a estos fines.

Para que las remesas puedan ser un componente importante en las inversiones que necesita el país, se requieren condiciones y leyes que justifiquen y promuevan tal propósito, las cuales hoy están ausentes del mercado cubano.

En ese sentido, lo primero que tendría que hacer el gobierno cubano es implementar leyes que permitan tanto a los ciudadanos cubanos residentes en la isla como a los residentes en el exterior tener empresas con personalidad jurídica; crear un mercado de libra empresa; y liberar totalmente las fuerzas productivas. Estas tres condiciones son fundamentales para poder estimular el flujo de remesas a la isla en forma de capital para inversión.

El mercado cubano tiene una alta necesidad de inversión, sin embargo, sus rígidas leyes impiden que esas necesidades se conviertan en oportunidades. Es inconcebible que en pleno siglo XXI los ciudadanos cubanos no puedan invertir en su propio país, ni puedan ser dueños de empresas con personalidad jurídica. Las leyes actuales impiden a los cubanos la libertad de generar riquezas, en cambio paradójicamente favorecen la inversión extranjera. Este apartheid económico que sufren los cubanos es el primer muro que hay que derrumbar. Cuando eso suceda las remesas se convertirán entonces en una fuente fundamental de capital para invertir. El capital entrará a Cuba de forma libre y espontánea, y no será solo en capital líquido: hay un enorme capital de recursos humanos cubano, altamente preparado, con know how y experiencia, establecido en la diáspora listo para ayudar en la reconstrucción del país.

Nuevas regulaciones de la Administración Trump no afectarán los envíos de remesas

Las nuevas medidas anunciadas por la Administración Trump para regular el envío de remesas a la isla que entrarán en vigor a partir del 9 de octubre de 2019, establecen un tope de envío de 1,000 dólares trimestrales. Este tope en realidad no afectará los envíos de remesas al país, dado que el promedio de envío actual ronda el rango de los 180-220 USD promedio por transacción.  Alrededor del 95% de los cubanos que envía remesas desde el exterior a sus familiares en la isla lo hacen una vez al mes. Hay que recordar, que alrededor del 45% de las remesas a Cuba llegan por vías informales.

El tope de envío en la nueva regulación fue criticado por Carlos Fernandez de Cossío, Director de America del Norte de la Cancilleria cubana. Dicho funcionario se refirió en un twit a que las nuevas reglas disponían que una persona en los Estados Unidos podría enviar 11.11 dolares diarios a un familiar o allegado en Cuba, agregando “creerán que con eso nos van a rendir?”…

Una vez mas la torpeza politica de los funcionarios cubanos se refleja en su participación en las redes sociales. Cualquiera que pueda enviar 11 usd diarios a un familiar cubano en la isla, le estaría enviando 11 veces el valor de lo que gana un cubano en la isla, que actualmente es un promedio de un 1 dólar diario.

La perreta del Sr. Fernández de Cossío sirvió para que recibiera una lluvia de twits recordandole que es el gobierno cubano quien pone las trabas para que sus ciudadanos puedan generar riquezas.

La nueva medida no afecta las remesas que van dirigidas a propiciar el crecimiento del sector privado. Sin embargo, la nueva regulación indica que serán ilegales las remesas dirigidas a funcionarios cubanos, sus familiares cercanos y miembros del Partido Comunista de Cuba. Además, prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses realizar transacciones bancarias con instituciones de la Isla a través de terceras naciones, una de las medidas que autorizó la Administración de Barack Obama.

Esas transacciones, conocidas como U-Turn, permitieron a empresas estadounidenses ingresar y extraer dinero de Cuba para sus operaciones. En lo adelante compañías de Estados Unidos como las aerolíneas podrían recibir un duro golpe en sus aspiraciones a seguir operando en la Isla.

CONCLUSIONES

A diferencia de la mayoría de los países de América Latina, el gobierno cubano no aprovecha el potencial de las remesas como una vía para atraer capital de inversión al país.

El movimiento de emprendedores surgido en la isla al calor de las reformas económicas que se iniciaron en el 2010 ha visto truncada sus aspiraciones de poder desarrollarse a plenitud como una fuente generadora de riqueza, de empleo y de ayuda al desarrollo económico y social del país. El gobierno cubano con toda intención ha optado por aplastarlos, al implementar políticas que frenan y desestimulan su desarrollo. Esto ha generado tres aspectos muy negativos para la economía cubana: un freno al capital de inversión que estaba llegando a la isla por medio de las remesas, una fuga considerable de capital al exterior, y un ambiente de desconfianza para la inversión extranjera.

Si el gobierno cubano sigue con su torpe estrategia de descapitalizar el país poniéndole trabas a los emprendedores y cerrando las oportunidades para que los ciudadanos puedan generar riquezas en su propio país, continuará el éxodo de la fuerza de trabajo joven, preparada y emprendedora hacia el exterior y los inversionistas extranjeros pondrán su interés en otros mercados con condiciones más atractivas y de menor riesgo para sus inversiones.

¿Qué alternativas pudieran estimular el envío de remesas como capital de inversión en el escenario actual?

Existen cinco variables que con las acciones apropiadas podrían hacer crecer rápidamente el flujo de remesas a la isla como capital de inversión. Ver Figura 5.

Figura 5. Variables y posibles acciones que estimularían los envíos de remesas a la isla

 Source:  Havana Consulting Group.

Estas cinco variables en estos momentos se encuentran muy restringidas y limitadas en su desarrollo, exceptuado el acceso a Internet, el cual ha crecido en los últimos 18 meses a través de la telefonía celular y la contratación de Internet en los hogares. No obstante, ambas opciones todavía tienen un elevado precio si tomamos como referencia los bajos salarios que paga el estado a los trabajadores, por lo que hacer una oferta de precio razonable en correspondencia con el poder adquisitivo real de la población, podría traer múltiples beneficios a la economía, si crea un ambiente de mercado que estimule la implementación de acciones relacionadas a los otros cuatro puntos mencionados en la Figura 5.  

De liberarse estas cinco variables, el efecto sería inmediato, los envíos de remesas se dispararían y entrarían en una dinámica nunca vista en 60 años.  Su efecto sería multiplicador, pues generaría cientos de miles de nuevos empleos, inyectaría capital de inversión a la economía, mejoraría las condiciones de vida de cientos de miles de cubanos, disminuiría el nivel de riesgo para la inversión extranjera, se crearía un mercado más competitivo, se crearía un escenario que estimularía la entrada de capital externo y sin duda la economía daría un gran salto.

Sin embargo, mientras no haya voluntad política por parte del gobierno cubano para eliminar los tabúes que impiden el desarrollo económico del país y abrir las compuertas de la libertad empresarial, las remesas seguirán jugando meramente un rol de alivio para las familias cubanas que las reciben, solamente ahondando el abismo que separa la prosperidad de los que se marchan y la miseria de los que se quedan.

 

REFERENCIAS

 

[i] Morales. Emilio. “Remittances to Cuba: the financial support that prevents the collapse of the Cuban economy”. THCG BUSINESS REPORT FEBRUARY 2019 No.1. Havana Consulting Group.

[ii] HCG business Intelligence Unit. “Cuban tourism industry plummets”. THCG BUSINESS REPORT AUGUST 2019 No.3. Havana Consulting Group.

[iii] Morales. Emilio. “The importance of remittances in the Cuban economy”. THCG BUSINESS REPORT FEBRUARY 2018 No.2. Havana Consulting Group.

[iv] Morales. Emilio. “Will eliminating "dry foot, wet foot" policy affect remittances to Cuba?”. THCG BUSINESS REPORT FEBRUARY 2017 No.2. Havana Consulting Group.

[v] Morales. Emilio. “Remittances to Cuba reveal where the purchasing power of the Cuban population is concentrated”. THCG BUSINESS REPORT October-December 2018 No.5. Havana Consulting Group.

[vi] Mesa-Lago Carmelo. “Self-employed workers: force for change?”. THCG Business Report October 2016 Nº 5

[vii] Morales. Emilio. “Entrepreneurs exported 9 times more capital than that was invested by foreigners in the ZEDM in 2017”. THCG BUSINESS REPORT AUGUST 2018 No.4. Havana Consulting Group.

[viii] Morales. Emilio. “Thaw and reforms create a middle class and new balance of power in Cuban economy”. THCG BUSINESS REPORT JUNE 2017 No.3. Havana Consulting Group.